Cante de los gitanos, presos, torturados en la cárcel, donde en el patio realizan labores de limpieza bajo la vigilancia de los guardias.
Desde las celdas se dejan escapar lamentos resignados de los gitanos que no entienden la razón de su desgracia y alzan sus voces de desahogo y de su queja constante, con un cante desgarrador que recorre las galerías de una prisión oscura. Es el escenario natural más triste del flamenco.
La palabra Carcelera proviene del latín carcerarius (carcer,-eris, prisión…)
La palabra Debla, se cree que procede del caló «diosa».
Se trata de un grito de libertad, que motiva una melodía de denuncia ante el dolor de los gitanos y su falta de libertad y movimiento, que a veces se les imponen y que se rodea de la impotencia y la injusticia sufrida.
La métrica de la Debla, en su composición literaria, es una cuarteta octosilábica.