Un espectáculo basado en un hecho real que conmocionó al mundo.
Uno de los pasajes más oscuros de nuestra historia.
En 1936 se fundó la organización política juvenil española como resultado de la fusión de la Unión de Juventudes Comunistas y Socialistas de España. Su objetivo prioritario era el de salvar de la represión a los jóvenes, además de participar activamente en la lucha guerrillera.
En 1939 las tropas del General Franco entran en Madrid, dando por finalizada una guerra civil que había durado tres largos y angustiosos años. Tras el final de la Guerra muchos mandos del Partido Comunista y Socialista partieron al exilio y los que permanecieron en España sufrieron una fuerte represión.
José Pena Brea fue uno de los dirigentes en Madrid encargado de la organización de la JSU, en abril de 1939, y uno de los primeros detenidos que tras su tortura se desplomó y delató a muchos de los miembros que pertenecían a los diferentes sectores de la organización Madrileña, entre las que se encontraban algunas de las mujeres que más tarde serían detenidas, torturadas y encarceladas en la prisión de ventas, como Luisa Rodríguez, Joaquina López, Carmen Barrero, Pilar Bueno, Virtudes González, Ana López, Dionisia Manzanero. A estas mujeres se sumarían:
Adelina García, hija de un Guardia Civil a la que mandaron una carta a su casa afirmando que sólo querían hacerle un interrogatorio ordinario y tras presentarse en comisaría de manera voluntaria junto a su padre fue interrogada y ya no regresó a su casa.
Martina Barroso, Iba al abandonado frente de la Ciudad Universitaria a buscar armas y municiones (lo que estaba prohibido). Fue delatada por un falangista infiltrado en la JSU.
Elena Gil, utilizada de carabina para detener a su amiga Victoria Muñoz.
Julia Conesa fue denunciada por un compañero de su novio. La detuvieron cosiendo en su casa.
Blanca Brisac, tenía un hijo. No tenía ninguna militancia política. Era católica y votante de derechas. Fue detenida por ayudar a escapar a un músico perteneciente al Partido Comunista, Juan Canepa.
Todas ellas fueron juzgadas en consejo de guerra el 3 de agosto de 1939 en represalia por un asesinato cometido días antes en Talavera de la Reina, del que todas eran inocentes por encontrarse ya en prisión.
Algunas de las mujeres que sobrevivieron, pudieron relatar los hechos acontecidos de esta tragedia que se recordaría durante años y recibiría el nombre de las trece rosas.
Fotografías de Juan González Pinel y Vecinos de Parla.
